El San Juan Nepomuceno era un paquebote algo más pequeño que otros veleros que hacían la travesía hasta el Caribe, como las fragatas y los bergantines. Con tres mástiles, el velero era capaz de cargar con todas las mercancías de aquel viaje a pesar de llevar dos cubiertas de cañones. Los productos irían en bodegas de las cubiertas interiores, cerca de los pasajeros, aunque éstos no tendrían acceso desde sus barracones, que viajarían
Una novela intensa,...
Una novela intensa, llena de emociones y sentimientos, que tiene como telón de fondo la historia de la emigración canaria a la América colonial del siglo XVIII. Los isleños protagonistas de este viaje, mezcla de miserias, abusos, injusticias y sufrimientos, pero también de esperanzas y superaciones, son víctimas de una traición que determina su suerte. La emigración les deja una profunda huella en sus vidas, sin que por ello pierdan su identidad canaria, ejerciendo su condición de isleños en las fundaciones en las que se asientan, en las tierras extrañas que atraviesan… En busca de sus sueños van Lorenzo y Candelaria, ella, embarazada, él, apasionado, los dos, enamorados…
miércoles, 19 de diciembre de 2012
EL SAN JUAN, COMO SE LE CONOCIA
El San Juan Nepomuceno era un paquebote algo más pequeño que otros veleros que hacían la travesía hasta el Caribe, como las fragatas y los bergantines. Con tres mástiles, el velero era capaz de cargar con todas las mercancías de aquel viaje a pesar de llevar dos cubiertas de cañones. Los productos irían en bodegas de las cubiertas interiores, cerca de los pasajeros, aunque éstos no tendrían acceso desde sus barracones, que viajarían
en el fondo de la nao. Hacía unos años, el San Juan, como se le conocía, fue uno de los primeros en realizar esta ruta, al mando del capitán Domingo Morera. El nuevo capitán del barco llevaba las normas de su embarcación escritas en unas cuartillas, que les explicó a sus viajeros porque no sabían leer. Tendrían comida diaria, dos ranchos al día, y una vez en semana carne de res con arvejas o con garbanzos, pero no las dos cosas a la vez, que se servirían por turnos...
El San Juan Nepomuceno era un paquebote algo más pequeño que otros veleros que hacían la travesía hasta el Caribe, como las fragatas y los bergantines. Con tres mástiles, el velero era capaz de cargar con todas las mercancías de aquel viaje a pesar de llevar dos cubiertas de cañones. Los productos irían en bodegas de las cubiertas interiores, cerca de los pasajeros, aunque éstos no tendrían acceso desde sus barracones, que viajarían
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